¿Seguiremos trabajando en remoto cuando la epidemia se acabe? ¿Qué hemos ganado con esta práctica? ¿Qué estamos perdiendo con este cambio de tendencia?
La tendencia hacia el teletrabajo no para de crecer. La Comunidad de Madrid va a la cabeza, con un 26% de profesionales teletrabajando más de la mitad de los días; Cataluña le pisa los talones con el 18,5%. Ambas son las comunidades que mejor han acogido esta práctica, por encima de la media nacional (16,2%), según apunta un informe de Randstad.
Este mismo informe señala porcentajes más moderados en el resto de las comunidades: Asturias (15,9%), la Comunidad Valenciana (15,2%), Baleares (14,6%), Galicia (13,8%) y Andalucía (13,3%). Las siguen Castilla y León (12,9%), Aragón, Euskadi (ambas con el 12,6%), Navarra (12,5%), Cantabria, Extremadura (las dos con 12,4%), y Castilla-La Mancha (12,1%). Cierran la lista La Rioja (10,9%), la Región de Murcia (10,6%) y Canarias (9,6%).
Ahora bien, ¿qué significa el teletrabajo para las empresas?
Ante todo, implica un importanteahorro económico. El teletrabajo pone en entredicho las oficinas, puesto que ahora los empleados/as pueden trabajar desde sus casas. Esto implica que una gran mayoría de profesionales solo pisan las oficinas para reuniones puntuales: sean éstas para ver a su clientela, presentar proyectos, realizar reuniones de equipo, etc. Sin embargo, este cambio de paradigma debe ir precedido por un proceso de transformación tecnológica de las organizaciones.
Por otro lado, y, aunque muchas organizaciones no son conscientes de ello, con el trabajo en remoto la empresa colabora en la creación de un mundo más sostenible. El cambio climático es una de las mayores amenazas a las que se enfrenta la humanidad, y lo seguirá siendo si no ponemos remedio. Por lo tanto, el cambio de modelo de transporte y el descenso de la movilidad, contribuye a reducir la contaminación. A la larga, es posible que se acabe imponiendo la práctica como una herramienta fundamental para la lucha contra el cambio climático.
¿Los equipos son igual de productivos desde casa?
La pandemia ha supuesto una prueba piloto de teletrabajo a escala global. Se ha demostrado que se puede trabajar a distancia y que se puede trabajar bien. La obsesión de las empresas por el «controlar» a los equipos era una equivocación, ya que las empresas que han implantado el teletrabajo han seguido siendo igual o más productivas y eficientes.
Hoy en día, existen herramientas de sobra en el mercado para poder gestionar proyectos a distancia. Por no mencionar que, si esta práctica sigue adelante, es muy probable que en unos años trabajar por horarios termine siendo sustituido por el trabajo por objetivos, en muchas profesiones.
Pero… ¿Los teleempelados/as están felices con esta práctica?
La pandemia del coronavirus ha trastocado nuestras rutinas al completo, obligándonos a encontrar nuevas maneras de hacer. En el ámbito privado, muchas familias han cambiado la forma en la que ven y viven su hogar, tanto a nivel espacial, como laboral y, por ende, convivencial, puesto que se han multiplicado las reuniones a través de plataformas digitales como el correo, Slack, Yammer, Telgram, WhatApp… Con esto hemos ganado tiempo en Mayúscula.
Asimismo, el teletrabajo comporta adaptación y asumir una mayor responsabilidad y compromiso hacia las tareas encomendadas. El trabajo en remoto significa gestionar el cambio de entorno, los usos del tiempo y los aspectos relacionales. Por lo tanto, se hace imprescindible aprender a gestionar la conciliación de la vida laboral, personal y familiar.
¿Qué es lo que se ha perdido en este cambio de tendencia laboral?
Está claro que lo que hace años era unaquimera, hoy es una realidad: la tecnología digital ha contribuido a que los profesionales de ciertos sectores tengan acceso desde cualquier parte del mundo a todo lo que aporta una oficina, de la misma manera que las empresas tienen fórmulas para comprobar el rendimiento de sus equipos.
Pero, aún así, hemos perdido algo sustancial: las relaciones sociales, el contacto personal, la complicidad, las risas, los secretos… Los expertos coinciden en que estos encuentros improvisados entre diferentes individuos son fundamentales en el proceso creativo y en el diseño de iniciativas que sirvan a la compañía.
¿Qué tipo de liderazgo necesita el trabajo en remoto?
Para que el teletrabajo sea efectivo y eficiente, debemos tener en cuenta dos aspectos fundamentales: la comunicación y la confianza con nuestros equipos de trabajo.
La persona que lidera un equipo en remoto debe saber gestionar el cambio y construir un entorno basado en la confianza y la responsabilidad individual, donde primen la planificación y el trabajo por objetivos.
¿Qué puede acarrear el trabajo en remoto mal gestionado?
Gestionar mal los tiempos, el aislamiento, la incomunicación y la soledad puede ser uno de los mayores hándicaps del futuro que nos viene encima.
Desde Teis, ofrecemos asesoramiento y programas para preparar a las empresas y sus equipos a teletrabajar. ¡Infórmate sin compromiso!