Identificar y erradicar los micromachismos en el trabajo es clave para crear una cultura empresarial inclusiva y respetuosa, donde todas las personas puedan crecer en igualdad de condiciones.
Los micromachismos son comportamientos sutiles y normalizados que pasan desapercibidos en el entorno laboral, pero que minan la igualdad y perpetúan la desigualdad de género. Aunque pueden parecer detalles inofensivos o “bromas” triviales, su impacto es profundo y se convierte en un obstáculo para el desarrollo profesional y personal de muchas mujeres. Identificar y cuestionar estas actitudes es fundamental para que las empresas avancen hacia la inclusión.
¿Qué son los micromachismos en el ámbito laboral?
Los micromachismos abarcan una serie de actitudes y comportamientos que, sin ser abiertamente agresivos o discriminatorios, refuerzan estereotipos de género y promueven sutilmente la dominación masculina. A menudo, estas acciones se disfrazan como “costumbres” o “gestos amistosos”, lo cual facilita su aceptación sin que se perciban como algo negativo. Sin embargo, su presencia y acumulación generan un entorno laboral menos justo, erosionando la confianza, la autoestima y el desarrollo de las mujeres en sus puestos de trabajo.
Ejemplos de micromachismos en el entorno laboral
Para entender mejor cómo afectan los micromachismos a la igualdad en el entorno laboral, veamos algunos ejemplos que probablemente hayas presenciado o, incluso, experimentado:
Interrupciones constantes en reuniones
Es común que, en reuniones de trabajo, las mujeres sean interrumpidas con mayor frecuencia que sus compañeros varones. Este comportamiento reduce su tiempo de intervención, minimiza sus ideas y contribuye a que se sientan subvaloradas. Interrumpir o “tomar la palabra” no solo menoscaba el derecho a expresarse, sino que refuerza la idea de que sus opiniones no son tan relevantes.
Roles asignados por género
Los estereotipos de género suelen influir en la asignación de tareas. Las mujeres son a menudo asignadas a tareas de “cuidado” o de organización, como tomar notas en reuniones, gestionar el orden en los espacios de trabajo o coordinar eventos, sin que se considere si es su función. Aunque puedan parecer inofensivas, estas asignaciones refuerzan roles tradicionales y obstaculizan el acceso de las mujeres a tareas de mayor responsabilidad o proyección.
Invisibilización de logros
Otro micromachismo común es restar importancia a los logros de una mujer o, peor aún, atribuirlos a otra persona, muchas veces a un compañero varón. Esto genera frustración, sensación de injusticia y, en muchos casos, afecta la motivación para seguir esforzándose.
Comentarios sobre la apariencia física
Opinar sobre la apariencia de las mujeres en un contexto laboral (su ropa, peinado, maquillaje, etc.) desvía la atención de sus capacidades profesionales hacia su imagen. Los hombres rara vez experimentan este tipo de comentarios, lo cual evidencia un sesgo de género que perpetúa la objetificación y minimiza el valor de las mujeres como profesionales.
Mansplaining o explicación innecesaria
Este fenómeno ocurre cuando un hombre explica a una mujer algo de manera condescendiente, aunque ella tenga la misma o incluso mayor experiencia en el tema. Este comportamiento transmite el mensaje de que las mujeres necesitan una “guía” para comprender cuestiones que dominan, restando valor a su competencia profesional.
Impacto de los micromachismos en la empresa
Los micromachismos, al acumularse, crean un ambiente laboral hostil para las mujeres y afectan el rendimiento general de la empresa. A nivel individual, pueden llevar a las mujeres a experimentar una pérdida de autoestima, frustración y, en última instancia, desmotivación y abandono de sus puestos de trabajo. Esto no solo genera rotación laboral, sino que afecta el talento y la productividad de la empresa.
Además, una cultura organizacional que permita o no actúe en contra de los micromachismos proyecta una imagen negativa al exterior, lo cual puede tener repercusiones en la reputación y en la atracción de talento. La igualdad en el ámbito laboral y el respeto son valores cada vez más valorados por profesionales y consumidores, quienes buscan empresas comprometidas con el bienestar de todas las personas en el entorno laboral.
¿Cómo combatir los micromachismos en el entorno laboral?
Crear una cultura de respeto e igualdad no es una tarea sencilla, pero es esencial para construir un ambiente inclusivo y saludable. Aquí te dejamos algunas acciones para combatir los micromachismos en tu empresa:
Promover la educación y la sensibilización
La mayoría de las personas no son conscientes de los micromachismos o de su impacto. Realizar talleres y formación sobre igualdad y sensibilización de género ayuda a que los empleados comprendan cómo sus actitudes pueden afectar a sus compañeras. Al identificar y entender estos micromachismos, es más probable que la empresa logre reducir su incidencia.
Fomentar una cultura de respeto en las reuniones
Establecer normas de comunicación en las reuniones puede ayudar a reducir las interrupciones y el acaparamiento de la palabra. Designar a una persona que modere y garantice la equidad en las intervenciones permite que todos los asistentes, independientemente de su género, puedan expresar sus ideas con libertad.
Reconocer los logros de todos el personal de la empresa
Implementar un sistema de reconocimiento equitativo donde se valoren y celebren los logros de todas las personas por igual ayuda a reducir la invisibilización. Además, es fundamental asegurarse de que los créditos se atribuyan correctamente.
Establecer políticas de tolerancia cero hacia los comentarios sobre apariencia
Definir políticas claras en contra de los comentarios inapropiados y los estereotipos de género es esencial para fomentar un entorno laboral respetuoso. Estas políticas deben aplicarse y hacerse cumplir en todos los niveles de la empresa.
Impulsar la representación y la inclusión
Promover la igualdad también implica impulsar la presencia de mujeres en todos los niveles y puestos de responsabilidad de la empresa. Fomentar la equidad en la selección de personal y en los ascensos es una excelente manera de cambiar la cultura organizacional desde su núcleo.
Desde nuestra empresa, impulsamos iniciativas que ayudan a identificar, sensibilizar y erradicar estos comportamientos, facilitando que las organizaciones construyan ambientes inclusivos y libres de prejuicios de género. Apostar por una cultura de igualdad no solo fortalece a los equipos de trabajo, sino que también potencia el crecimiento y la reputación de la empresa en el mercado.
Si deseas crear un espacio de trabajo donde cada persona se sienta valorada y respetada, te invitamos a conectar con Teis RRHH, te ayudaremos a construir una empresa donde la igualdad y el respeto sean la base de cada interacción.