Miriam Tovías – Colaboradora en Teis Servicios de Consultoría
Desarrolla el talento de tus equipos desde la vertiente más humana
El COVID-19 ha descolocado a todo el mundo, nadie esperaba una crisis global como la que ha llegado a nuestro entorno más íntimo. Desde Recursos Humanos sabíamos que se acercaba una nueva recesión, incluso se intentaba analizar cómo abordarla. Sin embargo, no contábamos con que una pandemia desestabilizaría no solo a nuestras empresas y economía global, sino también nuestras vidas personales.
De un día para otro nos hemos encontrado delante de las narices la mala gestión de lo que algunos vaticinaban hace años: los continuos recortes en la sanidad pública, el ya innegable cambio climático, el consumo sin precedentes… En definitiva, el liberalismo en su máximo exponente. El confinamiento no solo nos ha plasmado la muerte como una espada de Damocles ante nuestra cara, sino que ha supuesto un giro de 360º en todos los aspectos.
En estos momentos de incertidumbre, nuestros/as trabajadores/as están sufriendo un remolino de emociones que, en cierta manera, puede llegar a afectar a su manera de trabajar. El miedo, la tristeza o la angustia son emociones más que razonables en esta época de estrés que estamos viviendo. Sin embargo, debemos transformarlas para que nos sirvan para avanzar, no como factor paralizador.
Desde las empresas debe cuidarse a cada una de las personas que conforman nuestra plantilla. Para ello, los responsables de equipos debemos desempeñar un liderazgo empático.
A continuación, explicaremos los primeros pasos para iniciarse en este tipo de liderazgo.
En primer lugar, debemos saber que el liderazgo empático implica tener la capacidad de comprender la vida emocional de la otra persona. Por eso, se hace muy necesaria realizar una escucha activa. Esta práctica se basa en proporcionar una atención plena a la otra persona, dejando patente que se la está escuchando. Asimismo, se deben realizar preguntas para animarla a seguir hablando, pero sin emitir juicios de valor, ni respuestas taxativas. De esta manera, nuestro empleado o empleada se sentirá en un ambiente de confianza en el que opinar abiertamente.
En segundo lugar, hay que abordar esta crisis como una oportunidad para reinventarse. En este sentido, el pensamiento creativo juega un papel fundamental. Hay que alentar a todos los miembros de nuestros equipos, independientemente del rango que ocupen, a pensar en soluciones creativas que ayuden a la compañía a salir reforzada de esta emergencia económica. El ambiente de confianza que comentábamos antes es decisivo para crear un espacio seguro donde el trabajador o trabajadora pueda dar rienda suelta a su creatividad sin sentirse coartado. Tengamos presente que la creatividad es el pilar para la resolución de problemas y la innovación, factores que permiten el progreso de la organización. Desde Teis Servicios de consultoría creemos firmemente que las personas son el corazón de las compañías. A raíz de la crisis del Covid-19, hemos puesto en marcha un servicio de coaching -individual y colectivo- para todos aquellos directivos o responsables de RRHH que necesiten asesoramiento en la gestión de personas.