La corresponsabilidad es el reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, la educación y el afecto de personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa y equitativa los tiempos de vida de mujeres y hombres.
¿Está realmente presente la corresponsabilidad?
Tradicionalmente, a las mujeres se les ha asignado tareas y responsabilidades relacionadas con la familia y el hogar. En cambio, a los hombres tareas y responsabilidades de tipo laboral, cultural y político. Esta distribución respondía a la aplicación de dos lógicas bien diferenciadas: de un lado, la lógica masculina y patriarcal de la producción; de otro, la lógica femenina y maternal de la reproducción, produciéndose históricamente una subordinación de la lógica reproductiva a la lógica productiva.
En los últimos años, ha habido un avance considerable en el acceso de las mujeres al ámbito público, a la formación, al empleo y al ocio; sin embargo, continúa pendiente el acceso de los hombres al ámbito del hogar.
No se puede hablar de una igualdad real mientras la mujer continúe siendo, mayoritariamente, la que, llegado el caso, reduzca su jornada laboral o abandone su puesto de trabajo porque tenga que responsabilizarse del cuidado de las personas dependientes –mayores, menores- y no puedan dedicar el tiempo suficiente a su formación, a su promoción profesional o al cuidado de uno mismo.
¿Cómo fomentar la corresponsabilidad desde la empresa?
En la consecución de la igualdad real entre mujeres y hombres, es importante que desde las empresas se impulsen diferentes medidas para fomentar la corresponsabilidad de sus trabajadores. Estas medidas pueden ser: desde horarios flexibles, trabajos por objetivos -que no requieren de un cúmulo de horas, sino de resultados-, hasta trabajo en remoto (sin que ello estanque la promoción del empleado) y/o una mayor promoción de las mujeres a puestos de decisión.
La aplicación a nivel empresarial de medidas dirigidas a mejorar la conciliación de la vida personal y familiar de las personas que desarrollan su actividad en un negocio está estrechamente relacionada con la idea de que, gracias a estos beneficios que la empresa les ofrece, las personas puedan dedicar su tiempo libre a la gestión efectiva de dichas tareas, y de una forma equitativa con su cónyuge.
La corresponsabilidad en el entorno familiar debe permitir que las personas, independientemente de su sexo, compartan las responsabilidades y dispongan de iguales tiempos y oportunidades para el trabajo, la formación o el ocio. Es un objetivo imprescindible para la participación igualitaria de mujeres y hombres en el mercado de trabajo.
Yuleimi Bernal Hernández – Teis Servicios de Consultoría