La procrastinación no es insuperable. Al adoptar estrategias efectivas puedes maximizar tu productividad y satisfacción laboral. Recuerda que el autoconocimiento y la disciplina juegan un papel crucial en la superación de este hábito.
Al aplicar estas prácticas, no solo mejorarás tu rendimiento individual, sino que también contribuirás al éxito general de tu equipo y organización en un entorno laboral cada vez más digital y flexible.
¿Qué es la procrastinación?
Según la American Psychological Association, se refiere a posponer una tarea, a menudo innecesariamente, a pesar de las consecuencias negativas que esto puede acarrear a nivel personal y profesional.
¿Por qué la procrastinación es más común en el teletrabajo?
En los últimos cuatro años, el trabajo en remoto en España ha experimentado una evolución significativa, impulsada en gran medida por la pandemia de COVID-19. Antes de 2020, el teletrabajo era una opción limitada a ciertos sectores y empresas, con solo un 4,8% de los trabajadores/as desempeñando sus funciones de forma remota de manera habitual. Sin embargo, la crisis sanitaria obligó a muchas empresas a adaptarse rápidamente al teletrabajo como medida de emergencia, llevando la cifra de personas trabajando en remoto a un 16,2% en el segundo trimestre de 2020. Este cambio drástico fue posible gracias a la rápida adopción de tecnologías digitales y herramientas de colaboración online, que permitieron mantener la continuidad del negocio pese a las restricciones físicas.
Desde entonces, aunque la tasa de teletrabajo ha disminuido ligeramente conforme se han relajado las medidas pandémicas, el modelo híbrido ha ganado popularidad. A finales de 2023, aproximadamente un 12% de los trabajadores/as en España seguían teletrabajando al menos una vez por semana, lo que refleja una consolidación del trabajo en remoto como una modalidad laboral viable y preferida por muchos empleados. Este cambio ha llevado a un replanteamiento de las políticas laborales y la gestión del talento, con un enfoque creciente en la flexibilidad, la conciliación y el bienestar del empleado. Además, sectores como la tecnología, las finanzas y los servicios profesionales han visto un aumento sostenido en la adopción del teletrabajo, impulsando un cambio cultural en la forma en que se concibe el trabajo en España.
Trabajar desde casa o en un entorno remoto presenta ciertas ventajas, como la flexibilidad y la eliminación de desplazamientos, pero también puede predisponer a la procrastinación por diversas razones:
1. Falta de estructura: Sin un horario fijo o supervisión directa, es fácil caer en patrones de trabajo inconsistente.
2. Distracciones domésticas: El entorno del hogar puede estar lleno de distracciones como tareas domésticas, mascotas o familiares.
3. Autocontrol reducido: La autonomía del trabajo remoto requiere un alto nivel de autodisciplina y motivación intrínseca, que no todos poseen en igual medida.
Estrategias para evitar la procrastinación en el trabajo remoto
1. Establece una rutina y horarios claros
Crear una estructura diaria es fundamental para combatir la procrastinación. Define horarios específicos para comenzar y finalizar el trabajo, así como para descansos regulares. Esto ayuda a establecer expectativas claras sobre cuándo se espera que estés enfocado/a en tus responsabilidades laborales.
2. Utiliza técnicas de gestión del tiempo
Adoptar métodos de gestión del tiempo probados puede ayudarte a mantenerte de forma organizada y productiva. La técnica Pomodoro, por ejemplo, divide el trabajo en intervalos de tiempo manejables (generalmente 25 minutos de trabajo seguidos de 5 minutos de descanso), lo que puede ayudar a mantener la concentración y a combatir la tendencia a procrastinar.
3. Elimina las distracciones
Identifica y elimina las distracciones que puedan estar presentes en tu entorno de trabajo remoto. Esto puede incluir apagar las notificaciones no esenciales en tu dispositivo, crear un espacio de trabajo dedicado y comunicar claramente a quienes comparten tu espacio físico sobre tus horarios de trabajo.
4. Establece metas claras y alcanzables
Fijar objetivos concretos y alcanzables puede proporcionar una motivación adicional para mantenerse enfocado y evitar procrastinar. Divide tareas grandes en pasos más pequeños y establece fechas límite realistas para cada uno. Esto no solo te ayuda a mantener el rumbo, sino que también te proporciona una sensación de logro a medida que alcanzas cada meta intermedia.
5. Practica la autorregulación y el autocuidado El trabajo remoto puede llevar a una mezcla poco saludable entre vida laboral y personal. Practicar la autorregulación implica ser consciente de tus propios hábitos y emociones, y tomar medidas para gestionar el estrés y la ansiedad que pueden contribuir a la procrastinación. Esto puede incluir técnicas de respiración, ejercicios de mindfulness o simplemente tomar descansos regulares para rejuvenecer tu mente.