En el post anterior de este blog hablamos sobre la perspectiva de futuro que se esperaba en cuanto a la igualdad dentro del ámbito laboral. Uno de los aspectos que más interés pueden suscitar en este camino es cómo integrar estas políticas igualitarias en sectores que tradicional y socialmente han estado masculinizados.
Por ello, en este artículo haremos un repaso sobre los principales desafíos que se pueden detectar y qué acciones se pueden desarrollar para dar paso a una situación más equitativa en estos sectores productivos.
La Organización Internacional del Trabajo en noviembre de 2023 publicaba un artículo en el que se explica cómo las mujeres tienen una muy escasa presencia en sectores como conducción de locomotoras, operaciones con maquinaria pesada, tripulaciones de cubiertas de buques, operadores de instalaciones y maquinarias y en el sector de, minería obras y construcciones. Además, en esta misma publicación se hace una interesante reflexión sobre la mayoritaria presencia de mujeres en sectores asistenciales (cuidado de niños/as, enfermería, obstetricia, etc.).
Estas diferencias en la distribución de mujeres y hombres según el sector productivo se denomina segregación horizontal y es consecuencia de los diferentes desafíos que se describen a continuación.
- Estereotipos de género: Desde edades tempranas, muchas mujeres son desalentadas de seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) debido a estereotipos que asocian estas áreas con habilidades “masculinas”. Estos prejuicios pueden llevar a una falta de confianza en sus propias capacidades y, en consecuencia, a una menor representación en estos campos.
- Ambiente de trabajo hostil: Muchas mujeres que ingresan a sectores dominados por hombres enfrentan ambientes de trabajo que no siempre son acogedores. Esto puede incluir desde actitudes sutiles de desdén o desconfianza hasta casos más graves de acoso sexual. Estos factores contribuyen a que muchas mujeres abandonen estos sectores, perpetuando la desigualdad.
- Falta de modelos a seguir y referentes femeninos: La escasez de mujeres en posiciones de liderazgo en estos sectores significa que hay menos modelos a seguir y referentes para las mujeres más jóvenes. Esto puede hacer que sea más difícil para las mujeres visualizar un camino claro hacia el éxito en estos campos.
A pesar de estos desafíos, hay múltiples razones para el optimismo. Cada vez más, las organizaciones y los gobiernos reconocen la importancia de la diversidad de género y están implementando medidas para abordar estas disparidades. Algunas acciones en este sentido se centran en:
- Educación y concienciación: Además de promover la igualdad de género desde la educación en edades temprana para derribar los estereotipos de género que limitan las aspiraciones profesionales de las niñas, también se debe favorecer en las propias organizaciones programas de mentoría y apoyo para mujeres jóvenes interesadas en sectores dominados por hombres.
- Prevención del acoso sexual y por razón de sexo: En España es obligatorio que las empresas cuenten con un Protocolo de prevención y actuación para posibles casos de acoso sexual y/por razón de sexo. El objetivo de estos protocolos es sensibilizar y prevenir posibles casos, a través de formaciones como las que ofrece Teis y, a su vez, proporcionar un procedimiento a través del cual se pueda dar cauce a denuncias en materia de acoso sexual y por razón de sexo, favoreciendo su erradicación en el menor tiempo posible y asegurando espacios seguros para toda la plantilla de una empresa.
- Políticas de inclusión: Las empresas deben implementar políticas claras de inclusión que promuevan la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres. Entre estas políticas encontramos los Planes de Igualdad, obligatorios para todas aquellas empresas de 50 o más personas trabajadoras en plantilla. Por medio de estos planes se pueden establecer distintas acciones que favorezcan la contratación de mujeres en sectores en los que se encuentran infrarrepresentadas.
- Visibilidad y celebración de modelos femeninos: Dar visibilidad a las mujeres que han alcanzado el éxito en estos sectores es fundamental. Estas historias pueden inspirar a otras mujeres a seguir carreras similares y contribuir a normalizar la presencia femenina en estos campos.
En definitiva, la igualdad de género en sectores tradicionalmente dominados por hombres es tanto un desafío como una oportunidad. Aunque aún persisten barreras significativas, el progreso es posible y beneficioso no solo para las mujeres, sino para la sociedad en su conjunto, ya que se aporta una nueva fuente de talento a las empresas.