¿Qué pensarías si te dijera que, en medio de esta pandemia, Panamá confinó a sus habitantes en función de si son hombres o mujeres? A mí, por lo menos, me dejó sin palabras… Literalmente, ¡no supe que decir! (Para quienes no me conozcan, eso es casi imposible…). Tanto es así que, rauda y veloz, me puse a buscar los motivos detrás de esta medida. Si quieres saber más, ya sabes, ¡sigue leyendo!
Panamá inició su confinamiento como el resto, en marzo del año pasado. En la primera semana de éste, la ciudadanía podía salir durante dos horas diarias para actividades esenciales (compras, trámites bancarios u otros) en función de su número de documento de identidad, es decir, según el número en el que acabara, tenían un horario determinado para salir.
Una semana después, se decidió que era necesario limitar aún más la movilidad, de modo que el sexo que aparecía en el documento, iba a marcar los días de salida: lunes, miércoles y viernes para las mujeres; martes, jueves y sábados para los hombres. Los domingos confinamiento global.
Y la primera pregunta que te viene a la cabeza es, ¿por qué? Parece ser que el motivo, según indican periodistas de Panamá, es el hecho de que, durante la primera semana, la policía detectó que personas que se conocían y que tenían la “suerte” de que sus documentos acabaran con el mismo número, salían juntas a hacer los “mandados”, pero también a algo más como, por ejemplo, utilizar las dos horas para dar un paseo. Así pues, una forma de limitar esto, fue el confinamiento por género.
Pero la segunda pregunta no tan evidente, ¿qué ocurre con las personas trans? ¿Qué ocurre cuando una mujer sale a la calle el día que toca, pero su documentación indica que es un hombre? ¿Y al contrario? Pues en algunos casos, se detuvo a las personas por “saltarse el confinamiento”, puesto que lo que “prima” es el documento…
Esta medida hizo saltar las alarmas de la Asociación Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá GLBT (ILGALAC), tal y cómo en su misma página de Facebook explicaron:
“En la toma de decisiones para aplanar la curva de contagio, se han establecido estrategias sanitarias, como el aislamiento preventivo, pero que no han previsto, las particularidades e interseccionalidades de las y los ciudadanos de nuestros países (…)Esta negligencia y discriminación por acción y omisión que hemos presenciado, deja a las personas trans indefensas ante la violencia de particulares y de los funcionarios de orden y seguridad de los Estados como son las Policías, dejando a su discrecionalidad, ignorancia y prejuicios, la posibilidad de permitir o no, el tránsito libre de personas trans para adquirir sus alimentos, medicamentos, o la posibilidad de acceder a sus viviendas u otras necesidades de movilidad para garantizar su supervivencia.
Quizás la medida funcione, pero lo que es seguro es que ha provocado casos de discriminación de género en las personas trans.
Por este motivo y por muchos otros, en Teis abarcamos también en nuestros planes de Igualdad a los Colectivos LGTBI, porque nadie es menos que nadie y mucho menos, por su género o su orientación sexual. Eso en Teis, lo tenemos nítidamente claro.
Mª Jesús Adrados. Consultora.