Uno de los temas más controvertidos en cuanto a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, es la utilización de un lenguaje neutro, que permita su inclusión a la hora de comunicarnos. Pero, ¿sabemos lo que es realmente el lenguaje no sexista? Si quieres saber más, sigue leyendo…
El lenguaje no sexista es un lenguaje que pretende que, a la hora de hablar o escribir, se represente tanto a hombres, como a mujeres.
En mayor o menor medida, cuando nos comunicamos, tenemos la costumbre de utilizar una serie de términos que, por lo general, siempre pertenecen al género masculino, por lo que al final, las mujeres no se encuentran representadas. No nos engañemos, hasta hace poco tiempo, la historia, el arte, la cultura y muchos otros campos, eran “cosa de hombres”, por lo que es completamente normal que se utilizara ese lenguaje, pues no había mujeres a las que nombrar (y si las había, bien sabemos que éstas, muchas veces, se “escondían” tras un nombre masculino). Así pues, este lenguaje “masculino” ha llegado hasta nuestros días, pero lo positivo es que ahora somos más conscientes de ello.
En muchas ocasiones, una de las objeciones más recurrentes cuando realizamos los cursos para la implantación de este lenguaje en las organizaciones, es el hecho de que gramaticalmente es correcto utilizar términos masculinos para designar a todo un conjunto de personas. De esta manera, nos encontramos con ese correcto masculino genérico: todos, aquellos, los trabajadores, los alumnos, los niños, los profesores, los padres y un largo etcétera que empleamos a diario. La contestación siempre es la misma: ¿es correcto? Sí. ¿Es inclusivo? La respuesta es no. El lenguaje no sexista no pretende caer en incorrecciones gramaticales, sino en utilizar todos los recursos disponibles para una correcta representación de los sexos, ni más, ni menos.
Otro de los temas que salen a debate, es el hecho de que, cuando se utiliza un lenguaje no discriminatorio entre sexos, los textos pueden volverse abrumadoramente largos, por todo ese sistema de barras o de dobleces: trabajadores y trabajadoras, alumnas y alumnos, niñas/os, médicos/as… Cuando eres consciente de ello y aprendes a sacarle partido a tu idioma, te das cuenta de que en realidad, ese sistema no es tan necesario… Créeme, vuelve a leer este texto y piensa si hay alguna palabra que no representa a ambos sexos (¡a excepción de los ejemplos!) y sin la utilización de las barras o dobleces. Se puede, ¿lo ves?
Para acabar y contestando a la pregunta de por qué es necesario un lenguaje no sexista, la respuesta es sencilla. Cuando nombras a alguien o algo por su forma correcta, le estás dando un lugar en tu cerebro y, por ende, en el mundo… O lo que es lo mismo, lo conviertes en algo real. Las mujeres estamos aquí, somos reales… y ese es el porqué del lenguaje no sexista.
Mª Jesús Adrados. Consultora.