¿QUÉ ES?
Se entiende por acoso sexual cualquier conducta verbal o física de carácter sexual u otros comportamientos fundamentados en el sexo que vulneran la dignidad del hombre y la mujer en el trabajo. Estas son, además, consideradas ofensivas y no deseadas por quien las padece. Este último punto es importante, ya que se crea una situación laboral intimidatoria, hostil y acaba siendo humillante para la persona que lo sufre.
¿Cómo trasladamos la teoría al entorno laboral? ¿Sabemos identificar qué conductas son acoso? A continuación, veremos las principales vías de expresión del acoso sexual en el trabajo:
- Conductas verbales: bromas sexuales ofensivas y comentarios sobre la apariencia física, comentarios sexuales obscenos, comentarios sobre fantasías, difusión de rumores sobre la vida sexual de las personas, invitaciones o peticiones de favores sexuales directamente ligadas a la carrera profesional.
- Conductas no verbales: gestos obscenos, silbidos, e-mails o whatsapp con contenido de carácter sexual y que son ofensivos para la persona que los recibe.
- Conductas de carácter físico: pellizcar o cualquier otra manifestación de tocamiento “accidental” en los órganos sexuales, acercamiento físico excesivo que invade tu espacio personal.
A partir de aquí cabe cuestionarse ¿dónde está el límite?, una pregunta que surge a menudo en las formaciones que impartimos sobre acoso sexual y/o por razón de sexo. La respuesta es sencilla: donde tú lo pongas.
Todas las personas somos distintas y tenemos criterios y percepciones diferentes sobre un mismo acontecimiento. Puede que alguien en tu entorno laboral cuente un chiste o haga comentarios obscenos pensando que son graciosos e inofensivos. Sin embargo, sí pueden estar molestando, sin saberlo, a algún compañero o compañera de trabajo. Así que, si algo te resulta incómodo, humillante o, sencillamente, no te gusta, dilo. No tienes porqué tolerarlo.
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Mª Jesús Adrados Torres
Consultora Senior en Teis Servicios de Consultoría