Con la incorporación de las mujeres al ámbito laboral, lenta y obstaculizada, comenzaron a surgir los primeros movimientos feministas que luchaban por mejorar sus condiciones laborales y lograr la igualdad salarial respecto a sus compañeros masculinos. Estas manifestaciones fueron el origen del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.
Un poco de historia…
¿Por qué este día? Se eligió este día en base a dos acontecimientos importantes en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres. El primero fue una huelga de trabajadoras textiles el 8 de marzo de 1857 en Nueva York, que solicitaban la mejora de sus condiciones laborales y mejores salarios. Posteriormente, el 25 de marzo de 1911 también en Nueva York, ocurrió el segundo de estos acontecimientos, donde se produjo una importante manifestación en una fábrica textil. El desenlace fue terrible: 123 mujeres y 23 hombres murieron a causa del incendio que se provocó en el interior. Las autoridades habían cerrado las puertas de la fábrica para que no pudieran escapar quienes se estaban manifestando.
Estos dos sucesos provocaron que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer para conmemorar la lucha por la igualdad, ya no solo en el ámbito laboral, sino en todos los ámbitos de la sociedad.
¿Y qué se ha logrado en España hasta ahora en materia de igualdad?
Afortunadamente, hay muchos aspectos en el ámbito laboral en los que España ha logrado importantes avances en materia de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres. Veamos algunos de los datos más llamativos:
- Rompiendo el techo de cristal: El Instituto Nacional de Estadística (INE) nos aporta algunos datos donde destacamos como en el año 2021 las mujeres ocupaban el 43,7% de los altos cargos de la Administración General del Estado. También se ha visto un importante aumento de la presencia femenina cargos públicos en las Presidencias, Vicepresidencias y Ministerios, donde las mujeres han pasado a ser el 61% en el año 2021, frente al 47,8% que se obtuvo en 2020. Todo esto aporta esperanzas hacia el cambio y una mayor representación femenina en los cargos de mayor responsabilidad.
- Igualando los salarios: Con el incremento del salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2019, se ha logrado una importante reducción de la brecha salarial en España. Actualmente, esta se sitúa en un 19,5%, el porcentaje más bajo desde que se tienen datos. Aunque sigue siendo una diferencia importante entre salarios de mujeres y hombres, hay que destacar el cómo este porcentaje ha ido decreciendo en los últimos años.
- Estableciendo planes y protocolos en materia de igualdad: El trabajo que se ha hecho desde las empresas ha sido fundamental para lograr cambios en materia de igualdad. Con esto nos referimos, en primer lugar, al Protocolo de prevención y actuación frente al acoso sexual y acoso por razón de sexo, obligatorio en todas las empresas y que ha facilitado y agilizado el proceso de denuncia en los casos de acoso.
- Por otra parte, la implantación de planes de igualdad en las empresas como instrumento para el cambio, formado por un conjunto de medidas ordenadas y establecidas tras un diagnóstico. Estos planes de igualdad son ya obligatorios para las empresas de 50 o más personas trabajadoras y, por ahora, ya se han registrado más de 3000 planes de igualdad en España. Es más, su importancia actual es tal, que ya comienzan a llegar las primeras citaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social con el asunto: Igualdad y no discriminación. ¡Hay que prestar atención!
¿Y qué queda por hacer desde las empresas para lograr la igualdad?
Aunque se cuenta con grandes avances en materia de igualdad en las empresas, aún queda mucho por hacer si queremos lograr la igualdad real y efectiva en estos entornos. A continuación, verás algunos aspectos que siguen siendo clave para mejorar la situación de desigualdad aún patente entre mujeres y hombres:
- Sí a la corresponsabilidad y conciliación familiar: Hoy por hoy, las medidas de conciliación ya no son suficientes. Siguen siendo las mujeres quienes se acogen en mayor medida a las jornadas a tiempo parcial para hacerse cargo de los cuidados de familiares y personas dependientes, siendo entre ellas el 11,91% frente al 3,91% de los hombres. Es por esto que desde las empresas se debe fomentar la concienciación y sensibilización sobre las medidas de conciliación, favoreciendo que sean los hombres también quienes hagan uso de las mismas.
- Cambiemos el lenguaje sexista: Ya desde la Ley Orgánica 3/2007 se establecía como obligatorio el uso de un lenguaje no sexista en todos los medios y administraciones públicas. Sin embargo, su uso sigue siendo mucho menor del esperado y cuenta con grandes resistencias. Aunque en muchos casos se argumenta que un lenguaje inclusivo podría dificultar la comprensión o ir en contra de nuestra propia lengua, nada más lejos de la realidad. Con el lenguaje inclusivo el único objetivo es nombrar a todas las personas que conforman esta sociedad por igual, reconociendo sus realidades y experiencias.
También suele ocurrir que, a pesar de las buenas intenciones de las empresas, en muchos casos aún no tienen claro cómo introducir este lenguaje no sexista o en qué aspectos pueden cambiar la forma en la que se comunican. Desde Teis contamos con personal especializado en esta materia para facilitar el proceso de cambio hacia un lenguaje inclusivo y una comunicación que nos represente a todas y todos por igual.
- Solo habrá igualdad si es para todas: Dentro de la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres también debemos tener en cuenta la necesidad de incorporar la interseccionalidad. Es decir, tener en cuenta que existen distintos factores que provocan una mayor discriminación a algunas mujeres frente a otras, lo que también llamamos como discriminación múltiple. Si luchamos por la igualdad, debemos luchar por llegar todas por igual, incluyendo las distintas problemáticas que sufren las mujeres con diversidad funcional, mujeres racializadas o mujeres lesbianas, bisexuales o trans.
En conclusión, en los últimos años se ha conseguido mejorar en innumerables aspectos en lo referente a la igualdad entre mujeres y hombres en el ámbito laboral, pero todavía queda mucho camino por recorrer, ya que, aún reconociendo la gran labor que se está haciendo desde las empresas, sigue sin ser suficiente. Para lograr una igualdad real y efectiva el cambio debe ser mucho más profundo en nuestra sociedad y partir desde la socialización y la deconstrucción de los estereotipos y roles de género que mantienen el sistema patriarcal en el que se basa toda la desigualdad.
Por todo esto, el 8 de marzo no es un día de celebración, sino de lucha. Un día que debe extenderse a los 365 días del año y en el que se trabaje por una sociedad igualitaria en la que se reconozcan los derechos de las mujeres al mismo nivel que se hace con los hombres. ¿Qué acciones tomas tú para la igualdad?